La semana pasada Andrea Pirlo puso el punto final a su carrera deportiva con un partido conmemorativo entre amigos en San Siro. Después de 22 años en activo, el centrocampista italiano decidió colgar las botas en este 2018 y para celebrarlo se corrió una juerga de las que hacen época.
Futbolistas ejemplar, Pirlo se soltó la melena durante la fiesta y bebió hasta coger una borrachera de las que hacen historia. Las cámaras de los allí presentes captaron una faceta nunca vista del jugador, que apenas podía coordinar sus movimientos mientras sus amigos le iban cebando a chupitos.
Tiene toda la pinta de que la resaca de Andrea Pirlo va a durar hasta pasado el Mundial, o más. pic.twitter.com/9iCV34g2Bv
— Footbie España (@footbieES) 26 de mayo de 2018