El fútbol es el “Rey de los Deportes”, porque en la mayoría de los casos el denominado “Rey del Hogar” o simplemente llamado cariñosamente “Papá”; papi, pa o más coloquialmente “jefe”, nos inculcó esa pasión y afición por ese maravilloso deporte. Jamás lo olvidaremos, que la primera visita al estadio, fue ¿ cogido de su mano, ahí aprendimos algunas barras, con malas palabras, pero está es la esencia del fútbol y fue un desahogo para los mejores amigos futboleros; además a pesar de su cansancio de trabajo diario no se negaba en llevarnos a pelotear en las canchas de tierra o en cualquier lugar donde pasaba horas enteras soportando balonazos; nos compró la camiseta del equipo que llevamos en el corazón; nos enseña cómo vivir con intensidad el fútbol, a respetar y valorar a este deporte que desde pequeño le llevamos en el corazón, con mucho amor y cariño, tal como sentimos y expresamos diariamente por nuestros padres, que sin duda nos dejaron “la mejor herencia”. Ser futboleros de corazón, desde la cuna hasta el infinito.
Por toda esta dedicación infinita puesta desde el día que nacimos, cuando éramos bebes, “los padres eran nuestros goleros, ya que con sus grandes manos nos cargaban y evitaban que nos caíamos”; luego cuando nos volvimos niños e íbamos a la escuela, ellos se volvían defensas, nos protegían y cuidaban” y se fueron convirtiendo en nuestros “hinchas número 1”, ya que ahí estaban en todo momento cuando jugábamos fútbol y a pesar de fallar goles y cometer errores, siempre tenían una palabra de apoyo, de ánimo para que no nos derrumbemos y sigamos para adelante”. Ya en la adolescencia “se volvieron “árbitros”, donde nos enseñaban a respetar las reglas y nos inculcaban valores éticos de como ser personas de bien que hasta hoy día nos sirve en nuestras vidas” y eso es lo que más le valoramos de todas sus enseñanzas, actuar siempre con transparencia, honestidad y rectitud, como debe ser el fútbol en ojos de estos grandes héroes, llamados papás. Y hoy que hemos recorrido parte del camino, junto a nuestro “mejor amigo y compañero”, como son los padres, disfrutamos, discutimos reírnos, lloramos, pero sobre todo compartimos esa pasión que ellos fueron los responsables de darnos. El fútbol.
Por todo esto y mucho más, le doy gracias a Dios por tener al mejor padre del mundo, no solo por inculcarme esa pasión futbolera, sino por enseñarme tanto y ser mi compañero de vida, en las buenas y en las malas y convertirme en “tu espejo”, a reflejarme en el maravilloso ser humano que eres y serás siempre mi ejemplo y mi Ídolo”. GRACIAS PA POR TODO y que sigamos disfrutando de la pasión del fútbol por muchos años más siempre con tus enseñanzas y compañía.
TE VALORO Y TE ADMIRO MUCHICHISMO. FELIZ DIA AL MEJOR PADRE Y COMPAÑERO FUTBOLERO QUE UN HIJO PUEDA TENER. FELIZ DÍA….