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Más que una herencia, una pasión futbolera

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Cuando los históricos tricolores disfrutaban de participar en su primera cita mundialista. Agustín Delgado y Edison Méndez en el 2002 y Néicer Reasco en Alemania 2006, sus pequeños sobrinos e hijo iniciaban su época escolar, empezaban a aprender a patear una pelota e incluso uno de ellos ni conocía este mundo. Nos referimos, hoy a los jóvenes tricolores “herederos de esta pasión futbolera que les inculcaron sus familiares.

“El Kinito” a su sobrino el volante Jhegson Méndez; “el simpático” Néicer a su hijo Djorkaeff; y el “Tin” al joven de los tricolores actualmente, su sobrino, Patrickson Delgado, quien a sus 18 años, ya milita en el club Ajax de Holanda y fue visto por el estratega Gustavo Alfaro para estos juegos amistosos.

En el caso de Patrickson, él “se contagió de la pasión futbolera de su tío” y el gusto por el fútbol  e incluso antes que naciera, ya que el joven jugador de las canteras de Independiente del Valle, nació un 17 de octubre de 2003, un año y más después que el “Tin” Delgado marcará el primer gol histórico de Ecuador en las historias de los mundiales.

Ya desde niño, Patrickson veía al corpulento delantero imbabureño marcando goles y celebrando, no solo con La Tri, sino con todas las camisetas que vistió, en especial del club inglés Southampton, donde su tío le obsequió esta histórica playera que aún conserva. “La camiseta que me regaló del Southampton de Inglaterra es uno de mis mejores tesoros”, contó el jugador de 18 años, en una entrevista al Diario El Comercio, en el 2016.

Patrickson, desde que jugaba en la canchita de tierra del Juncal, tenía el sueño de convertirse en jugador profesional, jugar en un equipo de primera (Independiente JRS en la Serie B) y salir al fútbol del exterior (en esta temporada fue transferido al club Ajax de la primera división de Holanda, donde fue promovido para que entrene con el plantel principal) y porque no integrar la Selección ecuatoriana, igual que el “Tin”.

Para ello, siempre le observó y escuchó los consejos de su tío para aprender los secretos y las técnicas de esta difícil profesión, como lo es el fútbol.

“Mi tío Agustín me dio muchos ejemplos y siempre me apoyó. Él es mi mayor orgullo que tengo” (entrevista concedida a la periodista Johanna Calderón en Gol TV).

A pesar de su corta edad, Patrickson ya sabe lo que es vestir la camiseta tricolor, ya que jugó con el combinado sub 17, en 9 partidos (7 por el Campeonato Sudamericano de la categoría y 2 del Mundial sub 17), acumula 579 minutos y le han exhibido una tarjeta amarilla con la “Mini Tri”. Y hoy va por uno de sus sueños de seguir consolidándose y mostrándose para ser tomado en cuenta para futuras convocatorias con la Selección mayor y ser parte del proceso para el mundial 2026.

Tal como son los sueños de sus compañeros, ahora de Selección. El volante Sebastián Jhegson Méndez, quien cuando tenía 5 años, veía a su tío “Kinito” dale la primera victoria a la Tricolor en una Copa de Mundo y hoy Jhegson con 25 años quiere que la dinastía Méndez esté presente en la cuarta copa de Mundo, (Edison es el único jugador ecuatoriano en participar en los 3 mundiales de Ecuador) y en Qatar, su sobrino quiere que el apellido siga apareciendo en la lista mundialista. El jugador de los Ángeles Galaxy de la Liga MLS, va por su primer mundial, pero antes ya vistió la camiseta de la Selección mayor, desde el 2018 en 30 partidos (16 amistosos, 7 por Eliminatorias y 7 por Copa América), sumando 1980 minutos, con una asistencia de gol y 4 tarjetas amarillas exhibidas.

Además, Jhegson, también estuvo en las categorías 17 y 20, con 4 partidos en cada una. Y espera con ansias el próximo 20 noviembre para saltar a los majestuosos estadios de Doha y sentir la adrenalina mundialista que sintió su tío hace 20 años en 3 repetidas ocasiones.  

Si, los tíos se sienten orgullosos de sus sobrinos quienes “heredaron la pasión futbolera”, mucho más un padre viendo a su hijo en una concentración tricolor a punto de disputar un mundial, tal como hicieron ellos. Ese es el caso de la familia Reasco, quien el padre Néicer, hoy con 45 años, disfrutó del mundial Alemania 2006 (donde La Tri clasificó por primera vez a los octavos de final). El extrovertido lateral disputó 52 encuentros, (de ellos 3 por Copa de Mundo), dio una asistencia y le exhibieron 9 tarjetas amarillas.

Y luego de 16 años, el apellido Reasco podría volver a aparecer en la palestra mundial, con el delantero Djorkaeff Reasco, quien apunta a estar en la lista de los 26 convocados. El canterano de Liga de Quito, cuando su padre jugó la Copa de Mundo de Alemania, él apenas aprendía a leer y empezaba a patear el esférico. (tenía 7 años).

Y hoy con 23 años anhela sentir lo que es estar en una fiesta mundialista. El delantero quiteño ya defendió la camiseta tricolor mayor en 2 oportunidades (en un amistoso y el otro por Eliminatorias), con 89 minutos, donde contabilizan una asistencia de gol y espera convertirse en uno de los “herederos futboleros que lleve el amarillo, azul y el rojo en el corazón”, como lo hizo su padre y tanto Méndez, como Delgado y Reasco quieren seguir con “esa herencia que se convirtió en una pasión tricolor.

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